Del amo y del esclavo
---------------------------------------
Queriéndote, animal, y en los rincones,
nada bueno me espera, nada bueno:
mientras tú eres un dios grande y sereno
yo sólo soy un perro de canciones.
Un perro nada más, y ni te encones
ni castigues mi hocico con veneno
porque un comunicante vaso, lleno
de sangre, nos unió los corazones.
Tu no eres más que un dios; yo soy un perro.
Tú, creadora del mundo; yo, habitante.
Tú, la verdad; yo el cántico y el yerro.
Bien. Sea. Pero tu alma y tu semblante
no pueden ser afuera del encierro
del canino cerebro que te cante.
Queriéndote, animal, y en los rincones,
nada bueno me espera, nada bueno:
mientras tú eres un dios grande y sereno
yo sólo soy un perro de canciones.
Un perro nada más, y ni te encones
ni castigues mi hocico con veneno
porque un comunicante vaso, lleno
de sangre, nos unió los corazones.
Tu no eres más que un dios; yo soy un perro.
Tú, creadora del mundo; yo, habitante.
Tú, la verdad; yo el cántico y el yerro.
Bien. Sea. Pero tu alma y tu semblante
no pueden ser afuera del encierro
del canino cerebro que te cante.
2 Comments:
At 10:08 a.m.,
alonso ruvalcaba said…
te dejo esto; si no lo conoces ya, seguramente te caerá bien.
link
At 7:30 p.m.,
Pedro Miguel said…
Cámara con las resonancias. No lo conocía, mi querido Alonso, porque soy bien ignaro, pero ora mesmo me pongo tras las huellas de Ferlinghetti. No tiene madre, mil gracias.
Publicar un comentario
<< Home