El religioso ostión
Soneto en el que un devoto comensal
explica las bondades y delicias
de un restaurante texano
y sus ostiones del Golfo de México.
Una docena aquí vale por trece
ostiones limpios, frescos, nacarados,
en bandeja de hielo presentados
a su degustación. El sabor crece
con algo de limón y el chile escuece
la lengua que imagina, desatados,
los gozos al marisco vinculados.
Quien adore el ostión, por aquí rece.
Todo por siete dólares el plato.
Todo en un sitio cómodo y despierto
ideal para durar o estar un rato.
Quien adore el molusco tenga cierto
que lo bueno, lo rico y lo barato
tiene en Water Street un templo abierto.
Jesús Del Toro
explica las bondades y delicias
de un restaurante texano
y sus ostiones del Golfo de México.
Una docena aquí vale por trece
ostiones limpios, frescos, nacarados,
en bandeja de hielo presentados
a su degustación. El sabor crece
con algo de limón y el chile escuece
la lengua que imagina, desatados,
los gozos al marisco vinculados.
Quien adore el ostión, por aquí rece.
Todo por siete dólares el plato.
Todo en un sitio cómodo y despierto
ideal para durar o estar un rato.
Quien adore el molusco tenga cierto
que lo bueno, lo rico y lo barato
tiene en Water Street un templo abierto.
Jesús Del Toro
3 Comments:
At 8:55 a.m.,
alonso ruvalcaba said…
jeje. me encantan estos sonetos desparpajados, y este más por darme en el corazón glotón.
en antrobiotics (de repente) los sonetos también protagonizan.
un abrazo, pues.
At 8:31 a.m.,
HL said…
Sí Locom! que vuelvan!
Jesús:
Alonso citó tu soneto del Religioso Ostión en la columna Antrobiótica de la Jor ayer, jueves 16 de febrero.
Saludos!
At 8:06 a.m.,
HL said…
BRAVO LOCOM, BRAVO!
Yo me uno a su voz, que enuncia soneteramente mis propios pensamientos como yo jamás podría.
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