Colombinas
Por afán de llegar,
uno descuida
el gozo memorable
del camino.
Uno quiere venir y ya que vinovuelve a sentir la sed de la partida.
Uno vive peleándole a la vida
porciones perdurables de destino
que son en el morral del peregrino
como agua entre las manos escurrida.
que son en el morral del peregrino
como agua entre las manos escurrida.
Uno quiere llegar, y
cuando llega
descubre que el
sentido del trayecto
al destino final
ofende y niega.
Oh, trabajo febril y
sin proyecto:
uno quiere ser Dios,
pero se ciega
en la consumación
de lo perfecto.
1 Comments:
At 3:01 p.m.,
HL said…
Gracias por volver a caminos ya trazados...
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